VIDEO DAME TODA TU ILUSIÓN
jueves, 29 de marzo de 2007
el sábado 31 el CERO se presenta junto con come together_beatles covers, en centilia. para los que aún no sepan la dirección está en insurgentes sur 393, casi esquina con campeche en condesa. el cover está en $30 o si quieren comprar -en pre prelease- el cd del CERO, estará en $60. la cita ahí es a las 9:30pm y al parecer pablo nos tiene una agradable sorpresa por ser el tan mentado -y ridículo- día del taco.
también, queremos agradecer a quienes se interesaron por la participación de FLY en el recital que se llevará acabo en el café spacio de coyoacán.
nos vemos el fin de semana!!
sábado, 24 de marzo de 2007
PRÓXIMAMENTE
estamos terminando la producción de nuestro primer material: "CERO ABSOLUTO / melo_def_rock". contiene diez temas propios y un bonus track de las canciones que hemos venido interpretando desde que la banda se originó en diciembre del 2003. este disco marca el principio de lo que hemos denominado melo_def_rock (la composición dual de rock melódico y líricas de caracter depresivo) y es la culminación del proceso evolutivo de la banda en estos años. ha sido un gran esfuerzo por parte de todo el CERO -FLY, GAYA, HAIDAR, aarón, ixel, seb y kharpa- y esperemos que una vez lo tengan en sus manos, lo disfruten tanto o más de como hemos disfrutado nosotros el proceso. gracias de antemano por todo el apoyo y estaremos avisando próximamente la fecha de lanzamiento, así como lugar y cartel de bandas que nos acompañarán en dicho evento. de nuevo gracias y les dejamos el listado de canciones que forman el cd:
01 lui lui
02 reservado
03 domingo
04 no lo sé
05 lluvia
06 nada
07 con sal en las venas
08 despertaba
09 duerme
10 nunca dejes de llorar
bt ¿quién será?
viernes, 23 de marzo de 2007
VIDEO DOMINGO
Elegir es una opción que no siempre se cumple.
Como cuando transitamos una carretera poblada de niebla y súbitamente descubrimos que las luces del coche no funcionan. Parcialmente cegados, abordados por el terror, aflojamos el pie del acelerador. Maldecimos ante el control extraviado. Abrimos paso al instinto. Quedamos expuestos. Lo incierto gobierna.
Nos encomendamos a lo divino. A la esperanza de que la luz se filtre de pronto y despeje el nudo que ejercen las sombras. O simplemente bloqueamos la idea de ser devorados por la obscuridad y su noche inacabable.
La carretera es el constante mareo. El asalto de las preguntas. La desesperada lucha por resolverlas. La niebla, el obstáculo que lo impide.
En ocasiones todo intento resulta en vano.
Arriba la visibilidad repentina. La salida forzosa del camino. El barranco por el que nuestro coche precipita. El último grito.
El Cero Absoluto nos congela ahí. Invitándonos a recorrer el caos de la razón, la mirada interior.
Adormecidos en la confianza del vuelo, despertamos en el vértigo de la caída.
“Siempre te conformas con caer”, sentencia la Alegoría Roja.
Nos ponemos el traje de baño y saltamos a la piscina de sal. El agua nos deshidrata, nos debilita. Nos ancla al fondo. La urgencia de emerger a tomar aire es extrema, la posibilidad lejana. Todo duele.
“Duele el corazón”, bajo el ardor de las Lágrimas Plateadas.
Con el rostro volteado al cielo. Con la quijada abierta. Con las palmas extendidas hacia fuera. Con los párpados empapados. Con las cuencas repletas, las gotas se desbordan. Los charcos se extienden, las aceras se inundan, los ríos arrasan.
“El agua se me escapa entre los dedos”, al padecer la Lluvia.
En la casa de los espejos la imagen devuelta está deformada. Los sentidos nos engañan. La realidad es insoportable. Nuestras carnes flacas o absurdamente abombadas buscan la salida a toda prisa, temerosas de quedar atrapadas. Así.
“Un verso roto y un hogar aquí”, susurra un Espejo en Espiral.
Enredados en la telaraña de las tinieblas, aguardamos. Nuestros latidos son tambores alarmados que cesarán cuando el reloj de arena se cumpla. No la vemos. Pero sabemos que por ahí ronda la araña que nos dará fin.
“Regresar al amanecer”, es la súplica… Divina Obscuridad.
En la primavera la claridad abraza. El calor suda la memoria. Florecen historias, se renueva la voz. Perseguimos energía, abrimos los poros para absorber semillas. Y fecundar. Lo que sea. Generalmente sed.
“Quiero que me digas en donde duerme el sol”, exige alguien en el Reservado.
Nos sabemos solos. Hormigueamos alrededor del vacío cargando migajas. Edificamos para luego derrumbar. En ciclos que no cesan. Entre escombros imploramos equilibrio. Reina la locura. Y no hay quien pueda amarrarla. Comprendes.
“No sé por qué mi alma no se termina de secar”. Te cuestionas. Con Sal en las Venas.
El oxígeno sirve de poco cuando los pulmones sangran. Cuando la mente tortura. Es mejor tragar tierra. Aplastar sólidos. Arrancar de raíz lo que sabemos. Desconectarnos. Poner la pantalla en blanco. Preferible a inhalar agujas.
“Un vago recuerdo de la luz me quiere diluir”. Te confieso. No Quiero Respirar.
Procesamos ficción que compramos como verdad. Descubrimos la malformación. El error profundo que devasta. Extirpamos la infancia, las oraciones. Remolinos de frases quebradas. Rebotadas por la sordera abismal.
“Vivir creyendo que no moriré jamás”. Otra cosa. Dime.
Cojos. Mutilados de alguna extremidad, sobrevivimos. Nos abrimos paso a rastras. Optamos por permanecer. Nos imantamos a la Tierra, aún lisiados. La derrota es lo más probable pero el horror a extinguirnos es más poderoso.
“No te culpo al dudar”. Al cruzar el Puente.
Nos vamos. Caemos en nuestro coche. Quisiéramos despedirnos, abrazar a nuestros seres queridos. Lamentamos los proyectos inconclusos, la gente que dejamos, los hijos que no tuvimos, las heridas que no cerramos. Los árboles se acercan, las rocas se preparan para el impacto.
Apretamos los músculos. Nos aferramos a lo que sea. Quisiéramos ser parte de la pesadilla de alguien. Despertar jadeando, con la frente sudada. Reír y agradecer el calor de nuestras camas. La luna que se cuela por la ventana. Quisiéramos que algo evitara el final. Una mano providencial, una alfombra de flores. Una superficie de hule espuma.
Estalla el parabrisas. Los neumáticos son expulsados. El espacio se comprime, los fierros se doblan, giramos en un torbellino furioso.
Las sensaciones se extinguen.
En el rincón más húmedo del inconsciente, empotrada en el último aliento, nos aguarda la Divina Obscuridad.
GIOVANNI MINA OSORNO